martes, 13 de marzo de 2012

Alegoría de mi Fe, de Antonio González S

Hoy comparto un poema que me regalaron inspirado en mi primer libro, del mismo nombre que el poema, gracias a Antonio González Silva compañero de momentos tóxicos, y muchos otros....
Aquí se los presento:


Alegoría de mi Fe
En homenaje a un gran amigo,
Carlos Escorza Ortiz.

Historias vienen, se van,
pero forman parte de creer.
Momentos que suceden,
que se hacen, que se van.

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

Me arropa la luz de los beatos,
como la luz de un vitral,
colores por el sol acariciado.
Somos, un hermoso vitral.

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

Usos y costumbres me han dado;
pero también, miedos infundados.
Me he liberado de todo lo malo,
¡he dejado libre a mi gato!

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

Comprendí mi felicidad,
y no debo esperar a quien no la merece.
No hay sillas vacías,
Mi felicidad no espera, se hace fuerte.

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

No quiero ser un santo,
quiero estar consiente y atento
a todo lo que me rodea en todo momento.
Como un paraguas en pleno invierno.

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

Deje de pedir a los cielos,
a exclamar, pedir en rezos.
Doy gracias mejor por todo lo que tengo.
Naranjas, salud… ¡Gracias por ello!         

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

Creo en Dios, porque tengo fe.
Creo que todo se puede, por fe.
Así como ese equilibrista temerario,
yo creo, creo que todo se puede hacer.

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

Estaremos todos en la misma mesa,
en la mesa del banquete eterno;
¡bienvenidos todos sean!
reunidos en esta mesa.

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

Me aparto de sentimientos negativos,
que me impiden la claridad.
No quiero vasos desechables por comodidad,
¡quiero ser libre, seguir mi voluntad!

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

Doy gracias por vivir sin cadenas,
vivir sin ataduras; darme cuenta de mí.
No vivo atado como un elefante
qué no sabe que puede ser libre en un instante.

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

Percibo el mundo, no con mis ojos.
Veo sin ojos, porque veo con el corazón.
No necesito lentes porque tengo fe,
un fuerte ardor desde mi corazón.

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

Hasta que la muerte me separé de mi amor,
hasta que la muerte me regrese con mi amor.
Ella vestida de novia, yo vestido para la ocasión.
El amor es terno, ¡viva el amor!

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

No todas las cruces, tienen forma de cruz.
Hay un carrito del mandado, forjado
con mucho corazón. Un verdadero sendero.
guiado y marcado por el amor.

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

Evocamos, decimos y creemos que todo sabemos.
No nos damos cuenta de todo lo bello.
Recordemos lo importante:
¡Viva, viva la alegoría de mi fe!

Antonio González Silva