lunes, 21 de mayo de 2012

mi caparazón

El miedo me ha ayudado me ha defendido, me ha mantenido a salvo, y fue un caparazón que cada día se pega mas a mi, que ya no se donde inicia y empiezo yo.
Mi caparazón de miedo me ha hecho fuerte, dura, inflexible, racional, y aunque veo que otras sufren, otras mas son felices, me da miedo quitarme el caparazón de mis miedos, me sentiré desnuda frente a ti.
El miedo me detiene, aunque muchas veces me demuestras que puedo, y quiero confiar, que no usaras nada de lo que sabes en mi contra.
Pero algo en mi, un gen regresivo me detiene, se que solo es mi inseguridad, inseguridad de generaciones acumuladas, atoradas en el cabello, en la mirada, en mis manos.
Siento miedo de arriesgarme, de correr a tu lado y decirte lo que siento.
Miedo de no llenar un lugar en tu vida, se que has luchado por lo que eres y lo admiro, como una niña que ve en el desfile pasar a los grandes y que quiere estar algún día ahí.
Se que no me lastimarías, que me harías descubrir mil cosas nuevas en mi vida, cosas que no se que existen y que en potencia se que hay en mi.
Tengo miedo de tenerte y no saber que hacer con todo lo que eres, poder hacer lo que hizo mi madre con mi padre, una compañera, una cómplice, una amiga y una romántica testigo de tus sueños.
Tengo miedo de tu velocidad mental, afectiva, tu capacidad de respuesta a lo que siento y pienso.
Tengo miedo de solo ser una imagen o un momento, de no ser parte de tus victorias, de tus triunfos que cada paso que das se hacen más grandes, no estar…
Tengo miedo de que no pueda responderte, por que mis miedos son mas grandes que mis logros, aunque siempre tu, los veas con mas claridad que yo.
Siento ganas de correr a tu lado, de decirte mil cosas, y solo quedarme callada, de luchar y saber que ninguno gana, ninguno vence.
Pero me detengo, ante ti, ante tu mirada y sonrisa, ante tus pensamientos, tus caídas, tus dolores, tus alegrías y la fuerza que imprimes en lo que haces.
Quiero seguirte sin que me veas, saber donde, como, con quien caminas. Entrar en tu mente y desde ahí vencer mis temores, mis dudas que no son tuyas, las tengo añejas en mis pasos.
Pero mi miedo me detiene a decir y hacer lo que toda yo sabe que necesita.
K

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