martes, 29 de mayo de 2012

La escultura

La escultura

Las mejores personas son aquellas que nos dejan su mensaje como una semilla dentro de nosotros, que con el paso del tiempo germina y nos brinda enormes frutos, de los cuales, se vuelven semillas para las demás personas. Una persona que implanta en nosotros una semilla de esperanza, alcanza la eternidad mediante su mensaje…



Hace tiempo, en una ciudad del norte de México; un escultor de edad avanzada del cual no se sabía mucho porque su vida ha sido muy enfocada a sí mismo, sus creaciones, su imaginación; fue contratado por el gobernador de esa ciudad para crear una escultura en homenaje a lo que él consideraba lo más puro de la humanidad: la esperanza. El escultor que tenía un estudio con grandes maestros literarios convertidos en libros y muchas herramientas de pintura, medito durante algunas noches y sus días bajo su ventana, ahí, observando la ciudad y poder lograr transmitir a su creación la esperanza. Observo todo lo que pudo observar pero veía caras tristes y caras con máscaras en dondequiera que él mirara.
Con cada día se daba cuenta del por qué el gobernador quería una escultura que denotara la esperanza, y era porque la ciudad ha perdido esa esperanza; y que la gente en esta ciudad no es feliz y finge ser feliz. El dinero, las preocupaciones, el amor artificial, las quejas mal hechas sin propuestas, la pérdida de valores y de sus letras; todo un compendio perdido que sólo la llegada de la esperanza salvara a esta ciudad.

En uno de esos momentos donde se dice que llega la inspiración, el escultor bajo a su taller y empezó a fundir bronce y hierro; realizó una estructura para su obra. Pasó varios días ahí metido hasta que terminó lo que él consideraba su mejor obra, su obra maestra. Habló con el gobernado de inmediato para informarle de que ha finalizado tan honorable tarea y al día siguiente llegaron unos hombres fuertes en un camión para llevarse la escultura bien envuelta en mantas blancas para colocarla en el centro de la ciudad.

El día de la develación oficial de la escultura que regresaría la esperanza a la ciudad, hubo una banda tocando todo el tiempo, globos de colores en todos lados y una pancarta enorme con la leyenda: “¡Bienvenida esperanza!” Era una gran fiesta, la cual culminaría al momento de quitar las mantas de la escultura. El gobernador a media tarde, dio un discurso donde se protagonizó con todo el crédito de la obra pero al escultor no le importaba la fama, sino el mostrar su pieza maestra. Tronaron cohetes, la banda a todo pulmón y el repique de las campanas de las parroquias, todos a expectativa de la escultura que regresaría la esperanza a la ciudad.
Al finalizar el discurso, el gobernador haló la cuerda para descubrir dicha pieza. El silencio fue sepulcral…

La estatua era un hombre de pie, vestido con un traje elegante, las piernas un poco separadas como a la distancia de sus hombros; los brazos a los costados y levemente separados del cuerpo. En la mano derecha tenía un martillo y la otra estaba completamente abierta. El color de la estatua era gris pero en varias tonalidades de gris que daban un efecto de claroscuros en todo su cuerpo, pero lo más sorprendente es que este hombre estaba en posición como esperando algo o alguien pero sin rostro. Tenía la forma del rostro pero no había nada en él. No tenía una máscara, sólo no tenía rostro.

El escultor estaba llorando de emoción al ver su obra maestra pero la reacción de la gente convocada fue de enojo y comenzaron a abuchear, maldecir y otros más agresivos tenían la osadía de aventarle cosas a la estatua. El gobernador muy molesto, hizo apresar al escultor bajo los cargos irrisorios de abuso de confianza, mal uso de los fondos del gobierno y faltas a la moral. No era de extrañarse que también lo acusaran de traición a la patria. Los policías se lo llevaron pero el escultor nunca dejó de mirar su obra, a pesar de que le arrojaban basura a su creación, él estaba feliz.
Pasada la tarde, la multitud se disipó pero una niña con una hermoso vestido blanco como esas muñecas de porcelana de los días nostálgicos y con un libro bajo el brazo. Una hermosa niña de pelo negro y lacio, ojos profundos de marrón intenso, piel blanca y un rostro hermoso como ángel del más brillante cielo. Esta niña se acercó a la estatua y con su pañuelo comenzó a limpiarla un poco, luego se sentó a los pies de la misma y empezó a leer su libro.
Cada tarde desde que develaron la escultura, esa niña iba a sentarse a leer un libro. Al tercer día, unos niños se burlaban de la estatua antes de que llegara la niña con su libro; se subieron hasta la cabeza para pintarle un rostro de payaso. Los niños se fueron riendo de su travesura y cuando llego la niña, una lágrima rodo por su mejilla. Dejo el libro en el piso y como pudo se subió hasta el rostro, con fuerza limpiaba la escultura. La niña lloraba y lloraba por lo que le hicieron a ese hombre de bronce y hierro. Pasó la tarde y parte de la noche limpiándola, cuando al fin termino, abrazo el rostro sin rostro de la estatua y le dijo: “No porque no sonrías todo el tiempo, no significa que no eres feliz”. Le dio un beso en donde debería estar la mejilla y con mucho cuidado bajo.

Mientras tanto, el escultor en la cárcel se sentaba a mirar por la ventana con barrotes; él ya no comía, no quería comer nada por que estaba triste, muy triste por lo que le habían hecho a su obra maestra. Al séptimo día de la develación, el escultor cayó al piso porque su cuerpo no resistió la depresión que le fermentó durante todo este tiempo. Nadie extraño ni pregunto por el viejo escultor; le dieron una sepultura de anónimo y lo enterraron con olvido. Esa misma tarde, la niña volvía a la estatua a leer un libro pero llegaron camionetas con cadenas y mucha gente que reclamaba el quitar la escultura. La niña lloraba al ver las acciones de las personas y un par de mujeres tomaron con fuerza a la niña para que los hombres pusieran las cadenas alrededor de la estatua y las camionetas la derribarían. En un descuido de esas dos mujeres, la niña se liberó de los brazos que la aprisionaban y fue a abrazar a la estatua, y llorando le decía: “No porque no sonrías todo el tiempo, no significa que no eres feliz”. Los hombres de las camionetas no se percataron de la niña y los gritos de las personas no fueron escuchados por los motores de esas máquinas. La estatua cayó, pero la niña estaba debajo de dicha estatua. Las personas se acercaron al lugar con extremo silencio y pesar; a los hombres de los vehículos les informaban lo que pasó y empezaron a llorar como las demás personas reunidas en ese lugar. La voz de un hombre gritaba: ¡No está la niña! ¡¿Dónde está la niña?! En eso, una luz brillante como el sol comenzó a emanar desde debajo de la estatua y se revelaba la identidad de esa niña.

Una mujer hermosa de túnicas blancas ondeando por todo su cuerpo, con hermosa piel blanca de porcelana, larga cabellera negra y un rostro lleno de belleza, deslumbrante, y sereno. Un par de alas blancas extendidas que impresionaban a todo el espectador que ahí se reunía.  Esta mujer los miró con decepción, se llevo las manos al rostro y comenzó a llorar dolorosamente. Luego se hincó ante el hombre de bronce y hierro, y parecía que ella le acariciaba el pelo con sus manos, como consolándolo de ser derribado.
Las personas se volvieron en llanto ante la imagen que observaban. Un hombre se limpió el rostro con su brazo y con una expresión de coraje, fue hasta la estatua caída, y con sus manos intentaba levantarla; lo demás al verlo siguieron su ejemplo. Usaron lo que tenían a la mano como tablones, cadenas, piedras y mucha fuerza humana. Después de varios intentos y mucho esfuerzo, levantaron la estatua para colocarla en el lugar que estaba. Todos gritaban de júbilo por su acción y la dama de luz con alas, sonreía, miraba a las personas muy agradecida. Los vecinos cercanos trajeron comida y bebida para los demás. Inflaron globos, la banda se reunió y tocó toda la noche. La ciudad estaba llena de alegría. Esa dama de luz comenzaba a destellar con gran fuerza, y voló a las estrellas para convertirse en un astro más en el cielo, pero una estrella que brillaba más que el resto de sus compañeras estelares.

Desde entonces, la ciudad cambio por completo. Todos eran felices, amables unos con los otros, y así, durante varias generaciones. Una gran época de paz y prosperidad para sus familias y habitantes de esa nueva ciudad.
Los visitantes que llegaban a la ciudad, les extrañaba que el icono más representativo de ese lugar fuera una estatua de un hombre sin rostro, pero no faltaba un habitante que relatara el por qué de la estatua y lo que significa para ellos.

En la base de la escultura, recientemente le han añadido una placa en bronce muy bonita con la siguiente leyenda:

“Bienvenida la esperanza”

Escultor anónimo



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Agradezco la oportunidad de volver a escribir para tu blog, Carlos Escorza. ¡Muchas gracias!
También, quiero aprovechar para agradecer a Aranza Liñán H. por darme la inspiración para volar a grandes distancias, por esa frase que hoy a cambiado mi día: “No porque no sonría todo el tiempo, no significa que no soy feliz.”

Gracias a quienes leen estas letras, y gracia su tiempo.


L. Antonio González Silva.




lunes, 21 de mayo de 2012

mi caparazón

El miedo me ha ayudado me ha defendido, me ha mantenido a salvo, y fue un caparazón que cada día se pega mas a mi, que ya no se donde inicia y empiezo yo.
Mi caparazón de miedo me ha hecho fuerte, dura, inflexible, racional, y aunque veo que otras sufren, otras mas son felices, me da miedo quitarme el caparazón de mis miedos, me sentiré desnuda frente a ti.
El miedo me detiene, aunque muchas veces me demuestras que puedo, y quiero confiar, que no usaras nada de lo que sabes en mi contra.
Pero algo en mi, un gen regresivo me detiene, se que solo es mi inseguridad, inseguridad de generaciones acumuladas, atoradas en el cabello, en la mirada, en mis manos.
Siento miedo de arriesgarme, de correr a tu lado y decirte lo que siento.
Miedo de no llenar un lugar en tu vida, se que has luchado por lo que eres y lo admiro, como una niña que ve en el desfile pasar a los grandes y que quiere estar algún día ahí.
Se que no me lastimarías, que me harías descubrir mil cosas nuevas en mi vida, cosas que no se que existen y que en potencia se que hay en mi.
Tengo miedo de tenerte y no saber que hacer con todo lo que eres, poder hacer lo que hizo mi madre con mi padre, una compañera, una cómplice, una amiga y una romántica testigo de tus sueños.
Tengo miedo de tu velocidad mental, afectiva, tu capacidad de respuesta a lo que siento y pienso.
Tengo miedo de solo ser una imagen o un momento, de no ser parte de tus victorias, de tus triunfos que cada paso que das se hacen más grandes, no estar…
Tengo miedo de que no pueda responderte, por que mis miedos son mas grandes que mis logros, aunque siempre tu, los veas con mas claridad que yo.
Siento ganas de correr a tu lado, de decirte mil cosas, y solo quedarme callada, de luchar y saber que ninguno gana, ninguno vence.
Pero me detengo, ante ti, ante tu mirada y sonrisa, ante tus pensamientos, tus caídas, tus dolores, tus alegrías y la fuerza que imprimes en lo que haces.
Quiero seguirte sin que me veas, saber donde, como, con quien caminas. Entrar en tu mente y desde ahí vencer mis temores, mis dudas que no son tuyas, las tengo añejas en mis pasos.
Pero mi miedo me detiene a decir y hacer lo que toda yo sabe que necesita.
K

martes, 13 de marzo de 2012

Alegoría de mi Fe, de Antonio González S

Hoy comparto un poema que me regalaron inspirado en mi primer libro, del mismo nombre que el poema, gracias a Antonio González Silva compañero de momentos tóxicos, y muchos otros....
Aquí se los presento:


Alegoría de mi Fe
En homenaje a un gran amigo,
Carlos Escorza Ortiz.

Historias vienen, se van,
pero forman parte de creer.
Momentos que suceden,
que se hacen, que se van.

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

Me arropa la luz de los beatos,
como la luz de un vitral,
colores por el sol acariciado.
Somos, un hermoso vitral.

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

Usos y costumbres me han dado;
pero también, miedos infundados.
Me he liberado de todo lo malo,
¡he dejado libre a mi gato!

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

Comprendí mi felicidad,
y no debo esperar a quien no la merece.
No hay sillas vacías,
Mi felicidad no espera, se hace fuerte.

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

No quiero ser un santo,
quiero estar consiente y atento
a todo lo que me rodea en todo momento.
Como un paraguas en pleno invierno.

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

Deje de pedir a los cielos,
a exclamar, pedir en rezos.
Doy gracias mejor por todo lo que tengo.
Naranjas, salud… ¡Gracias por ello!         

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

Creo en Dios, porque tengo fe.
Creo que todo se puede, por fe.
Así como ese equilibrista temerario,
yo creo, creo que todo se puede hacer.

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

Estaremos todos en la misma mesa,
en la mesa del banquete eterno;
¡bienvenidos todos sean!
reunidos en esta mesa.

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

Me aparto de sentimientos negativos,
que me impiden la claridad.
No quiero vasos desechables por comodidad,
¡quiero ser libre, seguir mi voluntad!

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

Doy gracias por vivir sin cadenas,
vivir sin ataduras; darme cuenta de mí.
No vivo atado como un elefante
qué no sabe que puede ser libre en un instante.

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

Percibo el mundo, no con mis ojos.
Veo sin ojos, porque veo con el corazón.
No necesito lentes porque tengo fe,
un fuerte ardor desde mi corazón.

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

Hasta que la muerte me separé de mi amor,
hasta que la muerte me regrese con mi amor.
Ella vestida de novia, yo vestido para la ocasión.
El amor es terno, ¡viva el amor!

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

No todas las cruces, tienen forma de cruz.
Hay un carrito del mandado, forjado
con mucho corazón. Un verdadero sendero.
guiado y marcado por el amor.

¡Eso es la Alegoría de mi Fe!

Evocamos, decimos y creemos que todo sabemos.
No nos damos cuenta de todo lo bello.
Recordemos lo importante:
¡Viva, viva la alegoría de mi fe!

Antonio González Silva

martes, 28 de febrero de 2012

La Lluvia

Lo más parecido al amor es la lluvia,
Primero que nada por que aunque uno salga preparado con un paraguas, de cualquier manera el agua nos toca, aunque salgamos protegidos del todo, en segundo lugar por que la lluvia es un milagro y la lluvia nos recuerda que los milagros vienen del cielo.
Y en tercero que no somos quien para juzgar o comprender los milagros.
Pero lo más importante es que todo el mundo corre al ver la lluvia.
Quizá por ignorancia o por miedo pero todos corren cuando la ven llegar…
Hace tiempo conocí a una mujer que no podía enamorase y no encontrar al hombre de tu vida, pero tampoco dejaba que nadie se acercara a su vida y pensando en esto puedo decir que... La lluvia vino hasta ami,
Y me cubrí con el miedo…
Con periódicos que mienten que habrá buen tiempo
La lluvia vino hasta ami…
Cuando el futuro descansa entre el “jamás” y el mañana,
Nunca hay noticias de ti…
La lluvia quiso limpiar
El cielo de nubes negras o mis ojos que ríen por no llorar
Y corrí a protegerme bajo un tejado y corrí por no mojarme los zapatos
Y corrí como el idiota que se aterra
Cuando no entiende que en la tierra todavía el cielo manda los milagros.
La lluvia vino hasta ami y yo no quise arriesgarme
Por no sentirme vulnerable o por sentirme culpable de no poder ser feliz
La lluvia vino hasta a mí, y yo no supe arriesgarme
Por miedo a ser feliz
A.V.

sábado, 11 de febrero de 2012

Qué es una crisis?

No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo, ser sólo testigos o cronistas de lo que otros hacen. La crisis es la mejor bendición que puede suceder a personas y pises porque la crisis trae progresos.
La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche obscura.
Es un la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y grandes estrategias.
Quien supera a si mismo sin quedar “superado”. Quien contribuye a la crisis sus fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia. El problema de las personas y países es la pereza para encontrar salidas y soluciones.
Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es rutina, lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, por que sin crisis todo viento es caricia.
Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro.
Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer por superarla…
Crisis viene del latín Crecer
C-E-O

"Escucha pequeño Hombrecito o Mujercita" de WR

Te llaman "pequeño hombrecito", "hombre común" y por lo que dicen, comenzó tu era, la "Era del hombre común". Pero no eres tú quien lo dice, pequeño hombrecito, son ellos: los vicepresidentes de las grandes naciones, los importantes dirigentes del proletariado, los arrepentidos hijos de la burguesía, los hombres de Estado y los filósofos. Te dan un futuro, pero no te preguntan por el pasado.

Tú eres heredero de un terrible pasado, tu herencia te quema las manos, esto es lo que tengo para decirte. La verdad es que todos: el médico, el zapatero, el mecánico o el educador que quieren trabajar y ganar su pan, deben conocer sus limitaciones.
Hace algunas décadas, tú, pequeño hombrecito, comenzaste a penetrar en el gobierno de la Tierra; el futuro de la raza humana depende, a partir de ahora, de la manera como pienses y actúes. Pero ni tus maestros ni tus señores te dicen cómo eres y piensas realmente, nadie osa dirigirte la única crítica que te podría convertir en el inquebrantable señor de tu destino. Apenas eres "libre" en un sentido: libre de la autocrítica que te permitiría conducir tu vida como tú quisieras. Nunca te escuché quejarte y decir: "ustedes me promueven a ser futuro señor de mí mismo y de mi mundo, pero no me dicen cómo hacerlo y no me señalan errores en lo que pienso y hago".

Dejas que los hombres en el poder lo asuman en tu nombre, pero tú permaneces callado. Confieres a los hombres que detentan el poder, todavía más poder para que te representen, hombres débiles o mal intencionados. Y sólo demasiado tarde reconoces que te engañaron una vez más.

Te entiendo, incontables veces te vi desnudo, psíquica y físicamente desnudo, sin máscara, sin etiqueta política, sin orgullo nacional, desnudo como un recién nacido o un general en calzones. Oí entonces tus llantos y lamentaciones; te escuché apelar, esperanzado, tus amores y desdichas. Te conozco, te entiendo y voy a decirte quién eres, pequeño hombrecito, porque creo en la grandeza de tu futuro, que sin duda te pertenecerá; por eso mismo, antes que nada, mírate a ti mismo.

 Ve cómo eres realmente, escucha lo que ninguno de tus jefes o representantes se atreve a decirte:
Eres el "hombre medio", el "hombre común". Fíjate bien en el significado de estas palabras: "medio" y "común"...

No huyas, ¡ten ánimo y contémplate! "¿Qué derecho tiene este tipo para decirme eso?". Leo esta pregunta en tus amedrentados ojos, la oigo con su impertinencia, pequeño hombrecito; tienes miedo de mirar hacia ti mismo, tienes miedo de la crítica, tal como tienes miedo del poder que te prometen. ¿Qué uso darías a tu poder? No lo sabes. Ni siquiera te atreves a pensar que podrías ser diferente, libre en lugar de oprimido, directo en lugar de cauteloso, amando a plena luz y nunca más como un ladrón en la noche. Te desprecias a ti mismo, pequeño hombrecito, y dices: "¿quién soy yo para tener opinión propia, para decidir mi propia vida y tener al mundo por mío?" Y tienes razón: ¿quién eres tú para reclamar derechos sobre tu vida?

Déjame decírtelo:
Difieres del gran hombre que verdaderamente lo es apenas en un punto: todo gran hombre fue, en otro momento, un pequeño hombrecito, pero él desarrolló una cualidad importante: la de reconocer las áreas en que había limitaciones y estrechez en su modo de pensar y actuar. A través de alguna tarea que le apasionase, aprendió a sentir cada vez mejor aquello que en su pequeñez y mediocridad amenazaba su felicidad. El gran hombre es, pues, aquel que reconoce cuándo y en qué es pequeño. El pequeño hombrecito es aquel que no reconoce su pequeñez y teme reconocerla; que trata de enmascarar su tacañez y estrechez de visión con ilusiones de fuerza y grandeza, fuerza y grandeza ajenas.

Que se enorgullece de sus grandes generales, pero no de sí mismo; que admira las ideas que no tuvo, pero nunca las que tuvo realmente.

lunes, 6 de febrero de 2012

Me toco ser de los que Aman

"Me tocó ser de los que aman"

Me tocó ser de esos tontos
que dan todo sin temor,
de esos tontos que pretenden
entregar el corazón.

Me tocó sentir aquello
que se llama decepción,
cuando el otro no comprende
la nobleza del amor.

Me tocó tener caballos
adentro del corazón,
que galopan por mis venas
cuando el fuete del amor
les golpea con mucha fuerza
desatando la pasión.

Me tocó ser de los que aman,
no me avergüenzo, yo no,
pues mi amor está pagado
cuando siento una emoción,
cuando me miro en sus ojos
o cuando siento su olor.

Cuando yo amo sin fronteras
temo que mi corazón
se quede corto en la entrega,
lo doy todo sin razón.

Toma tú mi corazón, te lo regalo,
te lo entrega y te lo da mi propia mano,
tuyo es, y también te doy derecho
en hacerlo pedazos en mi pecho.

Que no duele el dolor cuando se entrega
el corazón por amor y no se niega,
que negarse a uno mismo un sentimiento…
es marchitarse el alma en un momento.

Mas ¿qué puedes entender tú de todo esto?,
tú que eres el amado y no el amante,
no pretendo que ni por un instante
tú comprendas el por qué de mi entregarme.

Tú no sabes qué es sentir que aquí en el pecho
algo estalle provocado por tu aliento,
tú no sabes lo que es dar la vida entera,
por un sueño, una ilusión o una quimera.

¡No lo sabes!, ¡No lo entiendes!
Esa gloria es sólo de nosotros,
los benditos elegidos. ¡Los amantes!

Que morimos y seguimos adelante.

Caminando en el sendero de emociones
y seguros de que todas las acciones,
por amor han sido realizadas,
y serán algún día recompensadas.

Cuando encuentre yo a ese ser que me responda
y que me ame como he amado yo hasta ahora,
le daré… lo mejor de mis batallas.

Y aquellas voces que de mi alma emanan,
¡Gritarán dando gracias a la vida!
Me tocó… en el amor… ¡ser de los que aman!

O.D.

viernes, 3 de febrero de 2012

El amor de pareja Kari V L

El amor de pareja
Es una relación compleja el amor de pareja

El amor de pareja está condenado al fracaso si no se intenta comprender que no depende de la apariencia ni se trata de una cuestión de suerte o azar o simple atracción sexual.

En una sociedad de consumo donde todo se compra y se vende y donde todo depende de la oferta y la demanda, los sentimientos también ocupan un lugar en una vidriera y adoptan las mismas características que los objetos.

El amor no se puede objetivar porque cuando el amor es un objeto más, es utilitario y se requiere sólo para satisfacer las necesidades, suplir carencias o tener compañía.

Todos queremos ser amados sin embargo no estamos dispuestos a hacer ningún esfuerzo para brindar amor.

Para lograr un amor verdadero, no alcanzan ni la buena figura, ni la capacidad de empatía ni el magnetismo, porque no se trata de una serie de cualidades que se consideran deseables para ser atractivo sino que consiste más en una disposición, una capacidad, una habilidad que se construye con esfuerzo.

Amar y ser amado no es sencillo porque exige ser capaz de amar al prójimo, ser humilde y confiable, tener fe, ser valiente, constante y emocionalmente estable.

Todos hemos conocido alguna vez la experiencia de intimidad que se produce entre dos personas que casi no se conocen, atraídas por un súbito enamoramiento. Es como un milagro, una sensación de unidad que nos hace creer que por fin pudimos alcanzar lo que tanto habíamos anhelado.

Pero al poco tiempo, al llegar a conocerse mejor, ese milagro comienza a perder su magia y aparece la desilusión y el aburrimiento mutuo que disuelve hasta el último vestigio de la atracción que existía.

El hambre de amor sólo refleja la soledad interior y la necesidad de aferrarse a alguien para no perderse, debido a la falta de superación del ancestral sentimiento de separación, propio de la existencia humana.

Es evidente que cuando el hombre se independiza de los vínculos primarios se torna más intensa en él, la necesidad de huir del sentimiento de aislamiento y encontrar nuevas formas de superar esa soledad interior.

El amor verdadero exige preservar la propia individualidad, permitiendo superar el sentimiento de aislamiento y mantener la integridad del si mismo.

La pasión es una esclavitud y el amor sólo puede existir en libertad, jamás como resultado de una compulsión.

El amor verdadero se caracteriza por la necesidad de dar sin esperar recibir, no con la intención de hacer un sacrificio ni para privarnos de algo que nos pertenece, sino como expresión de fuerza y riqueza.

Dar siempre es más placentero que recibir si no estuviéramos siempre especulando en términos de ganancias y pérdidas.

En el amor de pareja uno se entrega a si mismo, no en el sentido de sacrificar la vida por el otro, sino como expresión de toda su riqueza interior, por eso es importante tener una vida plena y una realización personal.

El que no puede amar no ha superado la dependencia ni el deseo de obtener algo de los otros para si mismo y tampoco tiene fe ni coraje para confiar en sus propias capacidades para alcanzar sus logros.

El amor verdadero es básicamente respeto por el otro, viéndolo tal cual es, con la conciencia de su propia individualidad, tratando de favorecer su crecimiento y desarrollo para que logre ser quien es.

El respeto sólo es posible si se basa en la libertad, nunca en la dominación.

Conocer al otro nos permite ver más allá de los comportamientos que son difíciles de comprender y saber las razones más profundas, porque el acto de amar es una experiencia de unión que trasciende las palabras y el pensamiento.
Kari V L

jueves, 2 de febrero de 2012

Queda prohibido

Queda prohibido

Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarte un día sin saber qué hacer,
tener miedo a tus recuerdos

Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños.

Queda prohibido no demostrar tu amor,
hacer que alguien pague tus dudas y mal humor.

Queda prohibido dejar a tus amigos,
no intentar comprender lo que vivieron juntos,
llamarles sólo cuando los necesitas.

Queda prohibido no ser tú ante la gente,
fingir ante las personas que no te importan,
hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
olvidar a toda la gente que te quiere.

Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,
no creer en Dios y hacer tu destino,
tener miedo a la vida y a sus compromisos,
no vivir cada día como si fuera un último suspiro.

Queda prohibido echar a alguien de menos sin alegrarte,
olvidar sus ojos, su risa, todo,
porque sus caminos han dejado de abrazarse,
olvidar su pasado y pagarlo con su presente.

Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen más que la tuya,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.

Queda prohibido no crear tu historia,
dejar de dar las gracias a Dios por tu vida,
no tener un momento para la gente que te necesita,
no comprender que lo que la vida te da,
también te lo quita.

Queda prohibido no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que sin ti este mundo no sería igual.
P.N

del Libro "EL MUNDO DE LOS JÓVENES: ¿Quiénes son? ¿Qué buscan?

El mundo de los Jóvenes..
Nos encontramos en una atmósfera verdaderamente paradójica que afecta casi todas las áreas culturales: por un lado se les quiere hacer autónomos a los niños cuanto antes, ya desde la cuna y la guardería, y por el otro lado se ven adolescentes, y sobre todo postadolescentes, que se esfuerzan por llevar a cabo las operaciones psíquicas de la separación, aunque desean hacerlo con palabras. Para liberarse de esta dificultad, buscan apoyos psicológicos, sociales y espirituales en los cuales apoyarse.

En una sociedad que, por diversas razones, cultiva la duda y el cinismo, el miedo y la impotencia, la inmadurez y el infantilismo, los jóvenes tienden a asirse a modalidades de gratificaciones primarias y tienen dificultad en madurar, entendiendo por madurez la personalidad que ha completado la organización de las funciones basilares de la vida psíquica y que por lo tanto es capaz de diferenciar la propia vida interior del mundo externo. Muchos jóvenes, que aún permanecen en una psicología de fusión, tienen dificultad en realizar esta diferenciación; aquello que sienten e imaginan, a menudo es sustituido por los hechos y la realidad del mundo externo. Este fenómeno es ampliado y alimentado por la psicología mediática, que inerva hoy los ánimos y el universo virtual, creado por videojuegos y el Internet. Todo esto los predispone a vivir en lo imaginario y en un mundo virtual, sin contacto con la realidad la que no han aprendido a conocer y que los delude y deprime. Tienen un acercamiento lúdico a la vida, con la necesidad de ir de juerga, sobre todo los fines de semana, sin saber bien por qué; pero de este modo buscan ambientes totalizantes y sensaciones que les dan la impresión de que existen. Queda aún por verificar si estas experiencias crean o no relaciones verdaderas y contribuyen al enriquecimiento afectivo e intelectual de su personalidad. Finalmente, son ambivalentes porque quieren encontrar el modo tanto de entrar en la realidad como de huir de ella.

Nos encontramos en una atmósfera verdaderamente paradójica que afecta casi todas las áreas culturales: por un lado se les quiere hacer autónomos a los niños cuanto antes, ya desde la cuna y la guardería, y por el otro lado se ven adolescentes, y sobre todo postadolescentes, que se esfuerzan por llevar a cabo las operaciones psíquicas de la separación, aunque desean hacerlo con palabras. Para liberarse de esta dificultad, buscan apoyos psicológicos, sociales y espirituales en los cuales apoyarse.

La educación contemporánea produce sujetos demasiado apegados a las personas y a las cosas, por lo tanto, aunque lo niegue produce seres dependientes. Durante la infancia sus deseos y expectativas han sido de tal manera estimulados a costa de la realidad externa y de las exigencias objetivas, que terminan por creer que todo es maleable sólo en función de los propios intereses subjetivos. Después, al inicio de la adolescencia, a falta de recursos suficientes y de un puntal interior, intentan desarrollar lazos de dependencia en la relación con el grupo o la pareja. Si he inventado la expresión de
"pareja- bebé", lo he hecho precisamente para designar su economía afectiva, que no siempre se distingue entre sexualidad infantil y sexualidad relativa al objeto. De hecho pasan del apego a los padres al apego sentimental, quedándose siempre en la misma economía afectiva.
Preocupándose justamente de la calidad de la relación con el niño, la educación se ha centrado demasiado en el bienestar afectivo, a veces a costa de la realidad, del saber, de los códices culturales y de los valores morales, sin ayudar a los jóvenes a edificarse interiormente. Por consiguiente, tienden más a una expansión narcisista que a un verdadero y auténtico desarrollo personal, que a menudo crea personalidades ciertamente moldeables y simpáticas, pero a menudo también superficiales e incluso insignificantes, que no siempre tienen el sentido del límite y de la realidad. Pueden ser descarados, a veces demasiado familiares, confundiendo el códice personal con el social, olvidándose del sentido de la jerarquía, de la autoridad, de lo sacro y de las formas y las reglas del "cómo se debe hablar". Algunos ni han aprendido las reglas de la convivencia social, comenzando por aquéllas del código vial y terminando con los ritos de la vida familiar y social.
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