martes, 18 de junio de 2013

El Rompimiento, fragmento del libro "Desprográmate" CEO

El rompimiento


 Toda relación humana causa y crea un impacto que genera una marca en nuestras vidas, de las cuales es difícil de superar sino se da un tiempo suficiente para sanar esta experiencia.

No solo me refiero a las relaciones de pareja, sino a toda relación humana, pero algunas marcas no son sencillas de notar y menos de superar.

Partamos de las relaciones de pareja, y el impacto que nos dan en la vida. Si lo vemos desde un punto de vista neutral y positivo, cuando iniciamos una relación de noviazgo, compartimos y experimentamos cosas que de primer momento por las sensaciones y novedad juegan más un papel divertido y la adaptación es natural, que cosas negativas.

Cuando se da el quiebre o rompimiento, es fácil caer en extremos que van desde sentimientos de dolor, tristeza, hasta ternura y lindos recuerdos hasta después de un tiempo ver las cosas sin dolor. Después de que se termina una relación es común pasar por estos sentimientos, que en algunos momentos hacen que caigamos en posturas o actitudes más violentas o agresivas contra esa persona afectándonos a nosotros mismos y a lo que comúnmente llamamos  estar despechado.

Todos los sentimientos se alteran y hace que hagamos y digamos cosas que podemos llegar a arrepentirnos pero es por tener una acumulada carga de cosas que no se acomodaron en el lugar y momento indicado.

Cuando se da un pleito o una diferencia en una relación suelen salir comentarios muy añejos, de mucho tiempo, que no se dijeron en el momento y lugar adecuado, y cuando se dicen ya es en algunas ocasiones demasiado tarde y traen más cosas agregadas o acumuladas con sentimientos negativos.


¿Por qué se da esto?  Porque no nos enseñaron a decir las cosas malas en una relación humana, sea del tipo que sea la relación y aquí es donde este rompimiento abarca más aéreas de nuestras vidas y se ven reflejadas en los rompimientos  de las relaciones de pareja.

En muchos momentos de nuestra vida, hemos vivido cosas negativas, algunas que por la naturaleza propia de nuestra mente bloqueamos, al grado de que puede pasar que encontramos a alguien en la calle y pensamos: “ahí va tal persona, pero ya no recuerdo por que nos peleamos, sólo sé que no le hablo”. La mente hizo su parte, sano nuestras heridas pero también se dieron los factores del tiempo y con la distancia poco a poco acomodaron las cosas.

En un caso más cercano y complicado como lo es con uno de nuestros padres o hermanos, no es fácil poner distancia, no es sencillo alejarse y simplemente dar la vuelta. Algunos optan por salirse en la primera oportunidad que se les presenta, que puede ser con situaciones socialmente muy validas, pero que en el fondo tienen esta razón, no querer estar más cerca de esa persona que me desagrada y causa conflicto. Pero no se soluciono nada, solo nos alejamos, enfriamos el sentimiento, nada más.

¿Cómo resolverlo, cómo darme cuenta? Esta es una dinámica complicada, que requiere de mucha sinceridad, honestidad, franqueza y humildad. (...)

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