...Hay
algunos temas que podemos tener respuestas establecidas y ante ellas sin darnos
cuenta reaccionamos, como pueden ser la política, religión, sexualidad,
deportes, comida, economía, etc.
En
todos y cada uno de estos temas tenemos una experiencia que de alguna manera hemos
vivido, en otras ocasiones hemos sido influenciados por opiniones de personas
cercanas a nosotros, que representan de alguna manera un papel importante, y
sin tener claridad plena en el tema, nos dan su opinión, y nosotros la hacemos
reglas o normas de vida.
En
esto encontramos ideas como adherencia política o al equipo de futbol, gusto
por cierto tipo de música, incluso en cuestiones más complejas, algunas fobias o intereses sociales, culturales e
ideológicos.
Este
será el marco o plataforma en la cual vivimos, nos movemos, sentimos,
criticamos, evaluamos, es a lo que la antropología llama idiosincrasia, ideas
que gobiernan, incluso se puede reflejar en el sentido del humor o de la
tristeza.
Si
reconozco estas características podre darme cuenta en qué situación estoy, como
puede ser el machismo o feminismo que en muchos sentidos dependen uno del otro
y que sostenemos casi sin saber.
Así
como muchas mujeres son responsables del machismo, al sobreproteger a algunos
hombres, ya sean esposo, hijos, hermanos. Lo mismo el feminismo, es un juego
del machismo donde la mujer adquiere más responsabilidades y compromisos
sociales, familiares, económicos y culturales, todo en aras de una
independencia que somete más a la mujer cargándola de responsabilidades, que es
un machismo con nombre femenino.
¿Qué
sistema tengo? ¿Qué elementos me hacen ser lo que soy? ¿Cómo darme cuenta de
eso?
Para
saberlo, tengo que reconocer cuántos y quiénes son los familiares directos con
quienes viví mis primeros años.
Todos
tenemos una estructura familiar diferente, un orden diferente, una referencia
distinta de la cual tomamos o alimentamos nuestra persona, ya sea por afinidad,
tiempo, espacio o parentesco.
Incluso
en familias donde hay varios hermanos, las circunstancias entre el mayor y el
menor pueden ser completamente antagónicas o contrarias entre sí, a pesar de
que comieron en la misma mesa, durmieron en la misma habitación.
Recuerdo
el caso de tres hermanos que cada uno tenia una experiencia diferente de la
misma situación, como era el ir a una fiesta, donde todos se divertirían, pero
desde su lugar entre ellos se divertían mas o menos de acuerdo al orden en la
familia, el mayor observado a los dos hermanos menores, pasándola bien,
tranquilo, el segundo sociabilizando, pero mirando al hermano menor, el mas
pequeño se movía con más libertad, sabiéndose observado por sus hermanos, y en
caso de peligro apoyado.
Una
misma actividad vista desde tres ángulos diferentes.
Fragmento del Libro "Desprográmate", próximamente a la venta
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