El
reconocimiento
Una
parte vital en el proceso de desprogramación es el reconocimiento de cada uno
de nosotros, desde nuestra individualidad pero también desde todas y cada una
de las características que nos hacen ser.
Partimos
desde la pregunta base ¿Quién soy? Pregunta que muchas veces nos hemos hecho y
que da paso a una segunda, ¿Quién soy yo?
Tratemos
de responder estas dos preguntas, para así continuar con nuestra
desprogramación y tener elementos que fundamenten lo que somos, lo que queremos
y para donde vamos.
Para
responder la pregunta: ¿Quién soy? Debemos tener en cuenta, características
generales como sexo, edad, lugar de nacimiento, época histórica,
características físicas, que parecieran
muy obvias las respuestas, pero que en algún momento podemos dejar pasar algunos
detalles.
Con
la segunda pregunta, ¿Quién soy yo? Tendremos que responder, elementos más
concretos, como ideologías, valores, religión, planes, ideas, sentimientos,
cosas que nos hacen ser, una historia personal, ubicada en un contexto
concreto, delimitado, cualificado por todo lo que me hace ser, sentir, vivir,
querer, buscar.
Pensemos
en el caso de nuestros abuelos y abuelas, vivieron una realidad, una ideología,
una época histórica muy determinada, que nosotros a la distancia del tiempo
reconocemos, incluso llegamos a criticar, evaluar, pero que a ellos al tener
que vivirla, fue ir abriendo camino, rutas, perspectivas nuevas y propias que
nos heredaron y hemos recibido a su vez de nuestros padres.
Pensemos
en alguien que nació a principios del siglo XX, entre 1900 y 1920, nacer en un
mundo donde no había luz eléctrica en muchos lugares, teléfono, medios de
comunicación, hace que su perspectiva de la vida fuese diferente.
Para
nuestros padres, donde la mayoría ya contaba con los elementos básicos de
vivienda, medios de comunicación y trasporte, facilitaron su desarrollo, visión
del mundo, que a nosotros nos facilita completamente esto, el teléfono, el
Internet, redes sociales, medios de comunicación que en cuestión de segundos
puede una persona estar en contacto con otra a miles de kilómetros y todo con
oprimir un botón.
Esta
capacidad que nuestros abuelos desarrollaron, capacidad de asombro, de estar en
un mundo donde la carreta o caballo era el medio de transporte típico, el tren
en algunos casos, y terminar sus vidas en un mundo donde el avión es un medio común de la movilidad humana.
Este
es un elemento vital de reconocimiento de mi persona. Reconocer donde nací, que
características tengo y me hacen ser lo que soy. Tengo un sexo, con el nací,
pero ¿Tengo conciencia clara de esa sexualidad? Y al conocerme, ¿Conozco
también la sexualidad de los que me rodean? El sexo es una parte importante del
ser humano, ignorarla o evitarla es como querer quitar de nuestra vida parte de
nuestra identidad....
(Fragmento del libro "Desprográmate"- CEO)
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